Entradas

Mostrando entradas de 2015

AGOBIADA

La persecución del demonio superó todas mis expectativas, agobiada y superada decidí acabar con mi vida. Nada más hizo falta que transcurriera el segundo que va de la vida a la muerte para volver a encontrarme con él. - Que curioso que intentes huir de un demonio muriendo.

EL MAL ESCLAVO

"Ese, ese es un revolucionario pues era un inútil, yo lo sé bien, trabajé con él durante años, un inútil, pedía más horas de descanso porqué él no aguantaba el ritmo de trabajo. Un blando, era un blando, por eso ahora quiere arrastrar a otros esclavos a la revolución" Dijo el esclavo mientras sentía arder las heridas mal curadas en su espalda.

SI APAGAN LAS LUCES... ¿CÓMO NOS ENCONTRAREMOS?

Se miraron a los ojos un momento. Hacía mucho tiempo que habían acabado con la última pila del vibrador, el último bote de crema para masajes eróticos… estaban ya muy cansados de morderse la lengua para no reconocer con sus vecinos, sus compañeros de comuna involuntaria que cuando se apagaron las luces, cuando la civilización cayó a ellos lo que más les costó fue acostumbrarse a mantener la intimidad del sexo sin la ayuda del porno, las pastillas, los potenciadotes de orgasmos… antes de que todo cayera, antes de que la civilización acabara, antes de que se apagaran las luces, en su cama nunca habían estado ellos solos. Siempre había algo que se enchufaba, se compraba, algo cuidadosamente estudiado para el placer. Ahora no echaban de menos la variedad de comida que llegaba de otros continentes “¿cómo será la vida allí?” se preguntaban ahora que ya no había comunicaciones. Ni echaban de menos encender la televisión, lo que les provocaba angustia era verse cara a cara en el lecho, sin

No sé ni cómo hablar de tí

No sé como hablar de ti, no sé como podría llegar a herirte lo suficiente, como podría hacerte llegar el desprecio que me mereces. No sabría cómo hablarte, no sabría el explicarte el miedo atroz que me da que la presión social me lleve a ser alguien como tú, entonces recuerdo. Estoy fuera de peligro, soy pobre, soy una nueva pobre. No me gastaré nunca cien euros en una crema antiarrugas, nunca tendré un diamante, nunca tendré un mercedes, por que nunca tendré suficiente dinero como para justificarme tirarlo así. No debo tener miedo a traicionarme a mí misma y ponerme un día unas tetas de silicona, simplemente por que nunca tendré tanto dinero para tirar como dinero cuesta esa operación. No seré tú, no me pareceré a ti. Tendré para siempre que buscar el placer en ser yo misma, en reírme con mis amigos mientras tomo una cerveza, la diversión de subir una escarpada montaña, la satisfacción de una buena conversación, el goce incomparable de encontrar un libro que me guste. Estoy a sal

LOS QUE NOS VENDEN Y LOS QUE NOS COMPRAN

Todo empezó como un día normal, estábamos en la oficina quejándonos a ratos y a ratos trabajando, cuando una de las becarias pidió ayuda para abrir la única puerta de salida del departamento. - ¿Alguien me puede ayudar? No consigo abrir la puerta. - ¡Tienes que poder abrir la puerta! ¡Es una puerta anti-avalancha! – dijo un compañero, se levantó y empujó la puerta con un dedo, con firme intención de humillar a la chica. La puerta no se movió, luego la empujó con las dos manos, después apoyando sobre ella todo el peso de su cuerpo. - ¡No se abre! Nos levantamos casi todos a ver sí podíamos abrirla. Nada, en medio del barullo, sonó un teléfono, el de la secretaría del jefe. Ninguno prestamos mucha atención, era sólo una llamada, sin embargo, cuando empezó a quedarse lívida, todos nos callamos, y nos acercábamos a ella sabiendo que cuando colgara, diría algo importante. - Unos terroristas nos tienen de rehenes. – Dijo, nada más. Corrimos todos hacía las ventanas. Abajo, la poli

COMO SI ESTUVIÉRAMOS ENFERMOS

Me he fijado que algunas personas, a los que nos vemos en el paro con una hipoteca y/o con cargas familiares, nos consideran culpables de nuestra situación. Creen que somos irresponsables que queremos que el Gobierno nos solucione un error propio. Hay, por contra, otras personas que empatizan con nosotros, nos entienden, en mayor o menor medida, nos apoyan, y ya sólo con eso, nos ayudan. Pero hay algo en común con ambos grupos, para ambos somos como enfermos. Unos nos culpan de nuestra enfermedad, y otros no, pero ambos nos ven como víctimas de una infección. Pues nadie quiere verse donde nos vemos nosotros, y todos cuando están con nosotros quieren que no salga el tema, mientras nosotros hacemos lo posible por recuperarnos de la dolencia. Incluso hay gente que evita el tema, por que sabe que decirnos: "es culpa tuya, podrías haber adivinado el futuro y no firmado" es cruel, pero es lo que piensan en realidad. Aunque lo que está claro es que nos convierte en un agente inf

EL AGUA DEL RÍO

El herrero enfrió la herradura en el agua, y pensó: “cómo se seque el río ¿con qué agua enfriaré el hierro?” luego herró al caballo del agricultor. Éste, mientras el buey con el que araba bebía en el río, pensó: “¡qué poco llovió este año! Como se seque el río ¿Qué daré de beber al buey?” luego saludó al molinero, muy preocupado, la corriente era tan poca que temió dejar de poder moler “entonces ¿Qué comeré si ya no podré cobrar por moler el trigo?” Sólo los pobres que en el último tramo de la corriente antes de que acabara el pueblo, recogían el agua con cubos, pensaron: “¡Cómo dejE de bajar agua, mucho antes de morir de hambre, moriremos de sed!”

TODOS MUEREN ESCLAVOS

Todos morimos esclavos. Los que buscaron la libertad, conspiraban, intentaba diversas formas de liberarse no tuvieron éxito, ninguno. Además debido a los castigos a los que se les sometía cada vez que eran descubiertos, la mayoría murieron jóvenes. Los que no nos revelamos, los que agachábamos la cabeza y trabajábamos, vivíamos igual que los que de vez en cuando se rebelaban. Pero ahora que la certeza de que la revolución no era posible me aplaca la conciencia, aún así pienso: " juraría que los rebeldes sonreían más que los sumisos "

Interesante.

El psicólogo me dijo que lo único que yo necesitaba era hacer amistades nuevas. Me recomendó que me apuntara a literatura, arte y a algún deporte. No funcionó, así que empecé a apuntarme a viajes organizados, como tampoco funcionó, en la misma línea, decidí hacerme socia de un club de multi aventura. He recorrido ya la India dos veces; pintado, escribiendo, y en bicicleta. Tampoco ha funcionado, sigo teniendo los mismos amigos que tenía. Pero dentro de poco tendré muchos, me he convertido en una persona muy interesante.

EL LA LUCHA

En la batalla, cuando las armas enemigas nos habían demostrado su superioridad, cuando la estrategia de sus comandantes ya había superado la de los nuestros, cuando todo estaba perdido vi luchando a mi lado un anciano. Su actitud me conmovió y a pesar del ruido incesante de las bombas cayendo y rompiendo nuestros muros, del sonido de espadas que se cruzaban, y de los gritos de los enemigos que se celebraban ya una victoria inminente, aquél anciano pudo oír mi voz. - ¿Por qué sigue usted luchando? si usted no es un soldado ni tiene ninguna obligación ni compromiso. - El anciano que a penas sostenía una espada que arrancó de las manos de un compañero caído se encogió de hombros. - Es que probablemente cuando tomen la ciudad una de las primeras cosas que hagan serán matar a todos los que ya no valemos para trabajar, como yo. - Contestó a gritos en medio del bullicio - Así que si lucho aquí por lo menos se me hará más rápida la espera de la muerte.