EL PAQUETE
Encendí la televisión y busqué desesperada casi, pasé por todos los canales, buscando algo que me ayudara a poner la mente en blanco, sin éxito. Luego me paré frente a la librería, algún libro habría que me apeteciera releer o que, olvidado en algún momento en la estantería pudiera leer esa tarde. Nada, encendí el ordenador, la redes sociales me entretuvieron muy poco. Las aplicaciones del móvil que proporcionan mensajes sin parar tampoco lograran que yo ocupara el tiempo. Miré el reloj, aún las seis de la tarde. Posé con indiferencia mis ojos en los libros de los apuntes de químicas. Esa mañana me había presentado a la oposición para profesora de secundaria de esta asignatura y me había quedado como vacía. Antes del examen yo estudiaba, llevaba dos años estudiando, ahora ¿Qué iba a ser de mí? Siempre había pensado que mi mayor problema sería no sacar una plaza, aunque fuera de interina, pero estaba resultando que lo malo era enfrentarse al vacío del después al examen. Me tumbé en